domingo, 31 de mayo de 2015

Teresa Escudero y los mastabas


Exposición Teresa para Amarneciendo
Rodeados de Mastabas (22 de mayo de 2015)

Las emociones se siguen acumulando y lamento no poder contarlas todas al tiempo que van surgiendo. La vida siempre supera la literatura y nos lleva por caminos que, hace tan solo un par de años, nunca habríamos llegado a imaginar. Este es el caso de la foto que encabeza el post de hoy. 

Hemos hablado en varias ocasiones de los principios artísticos de Miguel Ángel Andés, de sus primeros pasos como actor, de los sitios por donde anduvo en aquellos finales de los 60 y principios de los 70, cuando pintó sus primeros dibujos y escribió sus primeros poemas. Hemos hablado también de algunas personas de aquella época, amigos que nos están ayudando desde hace tiempo en este proyecto...,  y amigos que aparecen de repente y que nos  asombran, como Teresa Escudero. Digo que me asombra, porque desde el primer momento en que la vi me pareció que era alguien muy cercano, que nos conocíamos de hacía mucho tiempo. Fue el día de la conferencia de Xosé Azar. En el post del fin de semana pasado adelanté algo sobre la maravillosa gente que son los "mastabas", es decir, los miembros del que ellos siguen llamando el genuino "Grupo Prado". Luego, nos hemos visto en un par de ocasiones más en estos días, y quería pedirle públicamente disculpas a Teresa por no haber escrito este post antes del 27 de mayo pasado, día en que se clausuró su exposición de óleos en el Centro Cultural Príncipe de Asturias de Madrid. Así pues, voy a continuar esta entrada con dos recuerdos del pasado viernes 22, cuando unos cuantos afortunados pudimos pasear por la exposición de la mano de Teresa en un increíble recorrido artístico.


exposición teresa escudero para Amarneciendo


Lo primero que quiero rememorar son los emotivos abrazos que Guillermo Álvarez y María Jesús Aragoneses le dieron a Teresa cuando terminó de leer varios poemas que le había escrito a Ángel Pastor, su pareja de siempre y "líder" de los "mastabas" en los 70. Con el telón de fondo de sus propios cuadros, fue impresionante escucharla hablar de su amor por Ángel como si él estuviera allí presente... Y es que lo estaba..., en el ambiente, en los amigos de aquel entonces y en las otras personas que escuchábamos admirados, en los propios cuadros de la pintora..., y en la misma Teresa
 
Teresa para Amarneciendo
Teresa leyendo sus poemas a Ángel Pastor.

Lo segundo, quiero hablar de sus cuadros. No pude asistir a la inauguración, pero el viernes tuve el honor y el enorme placer de descubrir cómo el arte toma sentido cuando el propio artista te muestra su interior..., y el de su obra. Y eso fue lo que hizo Teresa antes de recitar sus poemas a Ángel: mostrarnos su vida a través de sus cuadros. Y fue entonces cuando vino a mi mente la imagen de su amigo Miki, mi tío, y pensé en todo su legado, y en todo lo que no pudo contarnos él mismo en persona, lo cual a veces me pueda parecer como irrecuperable... Y no, no es así, está inscrito en su obra. 

Miguel y Teresa para Amarneciendo
Miguel y Teresa Escudero (1971)
En esta otra foto del álbum personal de Miguel podemos verles juntos en aquella primera época. Preferimos que sea ella quien nos la comente en un futuro, pero no nos hemos resistido a publicarla hoy.  Teresa me ha adelantado algunas anécdotas sobre nuestro artista, las cuales iremos desgranando en futuras entradas, aunque adelanto una primera: Teresa cree recordar cuál pudo ser el primer trabajo plástico de Miguel, cuál fue su primer dibujo, allá por el año 70. ¿No es increíble? :-) En el folleto que Teresa preparó para su exposición incluyó esta cita de un tal Peter Brooks, que transcribo:

"Sólo procuramos que el espectador sienta. Y cuando alguien siente, comprende... Se trata de evocar, no de convencer."

Nos despedimos hoy con este enlace a unas cuantas fotos más de aquel acto y de los evocadores cuadros de Teresa, no sin antes comentar algo que creo que puede ser una primicia. Estos días han sido también de reencuentros de algunos otros "mastabas": Rafael, Octavio, Antonio, Marieli..., y puede que pronto podamos hablar de "algo grande" alrededor de la figura de Esther Ortego, otro personaje fundamental en la historia de nuestro artista, Miguel Ángel Andés.

Seguiremos "evocando"...




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miércoles, 27 de mayo de 2015

Deshojando (II)


Madrid 1974 para Amarneciendo

Página 20 del catálogo Reencuentros con Andés

Miguel Ángel Andés
Sin título (LVIII)
Técnica mixta sobre tabla 41 x 69 cm. Madrid 1974.
Colección particular. Madrid.


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domingo, 24 de mayo de 2015

Justo Sotelo (II)


Justo y Luis para Amarneciendo
Justo Sotelo, feliz firmando libros.

Aquí me tenéis con Justo Sotelo. El martes pasado asistí a la presentación de su último libro, Cuentos de los viernes, una preciosa obra de relatos cortos, un género que, según él mismo dice, no es su favorito; que prefiere la novela, confiesa. Cuentos de los viernes, es una selección de algunos cuentos que Justo ha ido publicando en Internet durante este último año y medio. El libro narra una historia de amor entre dos personajes, Él y Ella, una pareja sin nombre, que terminan viviendo su amor a través de la Literatura. La acción va avanzando, al tiempo que la extensión de los microrrelatos va disminuyendo hasta llegar al final, donde la narración casi desaparece y los brevísimos textos parecen convertirse en poemas. El martes alguien le preguntó a Justo sobre este aspecto poético que tenía su libro y él respondió algo que me impactó. Vino a decir que lo suyo nunca había sido la poesía, a pesar de que escribía desde muy joven; además afirmó que en la actualidad abundaba una poesía que giraba en torno a la primera persona, y que a él le gustaba la poesía más universal, aquella que hablara de “nosotros”, pero no tanto de lo que sentimos como de lo que vivimos. Añadió que a él le encantaba escribir, pero que ante todo prefería vivir: juntarse con otras personas (y personajes?!)..., y hablar con ellas..., y de ellas. Y fue entonces cuando, dirigiéndose a mí, que me encontraba de pie al final de la sala de aquel abarrotado café, recordó a mi tío Miguel Ángel, su querido amigo de su época de las tertulias en Las Cuevas de Sésamo de hace ya más de veinte años y, también, personaje de su novela Las mentiras inexactas.

Café Este Oeste para Amarneciendo
Café Este Oeste, el martes pasado.

Hace justamente un año que escribí otra entrada en este blog sobre Justo Sotelo en la que expresaba el placer que supuso mi reencuentro con él y el redescubrimiento de su amistad con mi tío, de la admiración y el gran aprecio que Justo sentía por nuestro artista, poeta, pintor, pero también vividor. Quizás, este profesor (catedrático de Literatura y de Política Económica en la Complutense, además de novelista, ensayista y experto en Murakami..., y mucho más) tenga razón y no haya mejor cosa que vivir y compartir lo vivido con los demás. Aparte de su admiración por Miguel, lo que más me sorprende de Justo es su capacidad para convivir y compartir. En la dedicatoria de este Cuentos de los viernes, no hace más que confirmar esta visión de la Literatura: “A mis amigos, reales y virtuales, de las redes sociales”. Justo es un autor que claramente vive en su tiempo, y esta dedicatoria no puede sorprender.

De todos los relatos de este delicioso libro me quedo con este de la parte final, que transcribo íntegramente:
 

EL PERSONAJE
    No sabía cuál era su vida, hasta que alguien se la escribió.

Finalmente, el martes, pude hablar unos segundos con Justo mientras me firmaba un ejemplar de su obra (ya he dicho que no cabía ni un alfiler en aquel café), y quedamos en vernos pronto. Así pues, igual que hace un año, termino este post así:

To be continued...


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miércoles, 20 de mayo de 2015

Abismaluz (XXIII)


Göterborg 75 para Amarneciendo

XXIII

por el espacio sin fin
mis ojos aún
lleno de desconocidos


Poesía: Miguel Ángel Andés, Abismaluz , primeras poesía, (1971)
Dibujo: Miguel Ángel Andés. Cuaderno Göterborg, 1975



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sábado, 16 de mayo de 2015

Pepe/Xosé


Xosé Azar Mastabas para Amaneciendo


El martes pasado acudí a una conferencia de Pepe Casal, una persona de la que ya hemos hablado en este blog en un par de entradas pasadas y a la que hoy queremos dedicar esta. El caso es que yo conocí a Xosé Azar (así es como prefiere Pepe que le llamen, aunque sé que él mismo se debate sobre ello) allá por los días posteriores a la muerte de mi tío Miguel Ángel (Miguel, Miki o, incluso, Miqui le llama el mismo Xosé). En aquellos días, yo era mucho más joven y no fui consciente de todo lo que aquellas personas amigas habían significado para nuestro artista. Ya he contado en este blog que en los meses siguientes acudí a varias reuniones del Grupo Prado de Poesía, del cual Xosé y Miguel fueron miembros fundadores. Aquellas reuniones sirvieron para preparar la exposición antológica del año 98 y la posterior edición en papel de la obra poética de Miguel bajo el título de Libro tercero del Grupo Prado de Poesía.

Este martes, me di cuenta de que aquellos encuentros de finales de los 90 fueron un verdadero lujo, que las personas que conocí entonces eran (son) más extraordinarias de lo que podía imaginarme. Más que nunca, hoy, estoy seguro de que la amistad trasciende más allá de la muerte y que la obra de Miguel Ángel Andés perdurará gracias, fundamentalmente, a muchos de sus increíbles amigos... Y, en especial, estos cinco de la foto que encabeza este post de hoy.

Hubo otros muchos: Caridad, Esther, Carmina, Miguel, Carlos, Antonio...; mi madre me cuenta que el día que murió Miguel la abuela Saturnina hizo una sola llamada telefónica, creemos que a Caridad, y que toda la familia se quedó sorprendida al ver la enorme numero de amigos y amigas de Miguel que aparecieron en el sepelio y en los días posteriores.

Pero esta entrada de hoy está dedicada a Xosé Azar/Pepe Casal, que en la primera foto se encuentra rodeado de su mujer, Carmina Lorente, otra gran amiga de Miki; de Guillermo Álvarez y María Jesús Aragoneses, de los que tenemos mucho que hablar en el futuro y podemos decir que ya forman parte de este proyecto Amarneciendo; y Teresa Escudero, a la que yo no conocía en persona, pero que también me atrevo a decir que es un personaje crucial en la historia de Miguel Ángel Andés.


Xosé/Pepe, gallego de nacimiento y de corazón, con más de 80 años a sus espaldas, es poeta, filósofo y escultor, entre otras facetas artísticas. Aparte de su obra poética y escultórica, ha escrito ensayos, obras teatrales… En su propia web, www.xoseazar.es, podéis admirar, e incluso descargar algunas de sus profundas aportaciones al mundo del Arte.

El otro día, en la Casa de Galicia, fue un enorme placer escucharle hablar durante más de una hora sobre el famoso poema de Rosalía Castro, Negra sombra;  Xosé es uno de los expertos más reconocidos sobre esta inmortal autora gallega. Comenzó diferenciando entre una poesía que busca la belleza y otra poesía profunda. A medida que avanzaba en su discurso encontrando relaciones, paralelismos, similitudes... de la obra de Rosalía con la de Poe, San Juan, Baudelaire, Schopenhauer, Freud, Melville…, empecé a discernir algo que ya él mismo me había comentado: “la obra de Miguel Ángel Andés es un ejemplo más de mi teoría del (des)entrañamiento, es la muestra de un sufrimiento ancestral que todos padecemos, la separación física de nuestra propia madre, y la búsqueda de ese origen es el motivo principal de su obra poética, pero sobre todo de sus dibujos llenos de senos, fetos, espermatozoides…”. Bueno, no sé si fueron estas mismas palabras, pero parecidas. Al oír a Xosé hablar y recitar en su conferencia, terminé de darme cuenta que no hay otra persona en el mundo que pueda desentrañar mejor la obra de Miguel Ángel Andés que él. Y ahora viene la sorpresa.



Xosé Azar se ha comprometido conmigo a comentar (y analizar!?) esa parte de la obra que para los dos (para Xosé y  para mí; qué casualidad) es la “mejor” del legado de Miki. Me refiero a sus cuadernos de dibujo realizados en Göteborg en el verano de 1975. De pronto, se abre otra senda por la que seguir caminando en esta aventura. 
Carmina Lorente, la pareja de Xosé, también pintora y gran amiga de mi tío, me decía el martes tras terminar la conferencia: “Qué maravilla habría sido que hoy hubiera estado Miki también aquí”. No recuerdo que le respondí, pero lo que realmente quise decirle es que "los maravillosos “mastabas” nunca mueren, y que su grandísima amistad, su extraordinario humor, sus increíbles experiencias, su enorme sabiduría y, sobre todo, su profundo respeto por la memoria de los que se han ido es la mejor evidencia de ello".


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martes, 12 de mayo de 2015

Deshojando (I)



Página 17 del catálogo Reencuentros Andés

Miguel Ángel Andés
Sin título (XVI)
Técnica mixta sobre tabla 92 x 61 cm. Madrid. 1975.
Colección particular. Madrid.


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sábado, 9 de mayo de 2015

El artista


Guitarra  Miguel para Amarneciendo

En los primeros años de su carrera artística, Miguel Ángel Andés se dedicó, principalmente, al cine y al teatro. Fue miembro de Los Goliardos, grupo alternativo, fundado en 1964 por Ángel Facio, por donde también pasaron decenas de profesionales, tales como Esperanza Abad, Miguel Alcobendas, Miguel Arribas, Ninón Dávalos, la cantautora Ana María Drack, el crítico Ángel Fernández Santos, el cineasta José Luis García Sánchez, María Jesús Leza, Carmen Maura y un largo etcétera. Antes de su primera disolución, el grupo sufrió una escisión que marcaría la vida del artista para siempre. El menos conocido Grupo Prado, o también llamado Mastabas, marcaría su carrera posterior y le llevarían a su ser más conocido, como poeta y pintor.

 
Su obra literaria

Tras su muerte, la mayor parte de su obra lírica fue publicada en un libro titulado Libros de poemas de Miguel Ángel Andés: Amarneciendo, Paradero, Abismaluz, Olandés. Grupo Prado de Poesía. Libro tercero. En este volumen se recogen la mayor parte de los poemas que escribió desde su juventud hasta 1978.

Libro tercero para Amarneciendo
Portada antología.

Abismaluz (IX)

anochezco célula errante
cerebro abandonado de tu amor 
mi efímera obstinación terrenal 
amarneciendo habernos sido



Su producción plástica


Sus primeros trabajos de finales de los sesenta muestran  un incipiente dibujante influenciado por diferentes corrientes y autores de su época y anteriores. Su obra sobre cuadernos de dibujo muestra a un artista obsesionado por la expresión lírica a través de las imágenes.

A principio de los años setenta, comienza a pintar con óleos y acrílicos en táblex de diversos tamaños. Este soporte de madera conglomerada fue en el que realizó casi toda su obra pictórica de aquella su década más fructífera. Llegó a ser considerado uno de los pintores más prolíficos del Madrid de aquellos años.

Los símbolos son los elementos principales de su obra gráfica, en la cual se pueden distinguir varias series muy distintas entre sí: senos, peces, cabezas, paisajes, cósmicos, durante hembra...

Dibujos

Posiblemente sus dibujos son lo mejor de su obra gráfica. El bolígrafo es su herramienta principal. Aparte del papel (hojas, servilletas, cartulina...) y de sus libretas o diarios de campo, Miguel Ángel Andés también dibujó en otros cuadernos de dibujo más convencionales. En formato apaisado y con hojas blancas unidas por espiral, llegó a completar decenas de ellos, entre los que destacan varios creados en Suecia durante el verano de 1975.


Gotemburgo 75 para Amarneciendo


Cuadernos de campo


Entre 1981 y 1993, completó ochenta y cuatro cuadernos de campo, que él mismo denominó Diarios de un pintor que escribe. Estos cuadernos de formato tradicional con hojas cuadriculadas unidas mediante espiral se conservan íntegramente y están siendo objeto de análisis y restauración, pues en ellos aparecen otros muchos poemas y escritos inéditos. En ellos también destaca la serie titulada Muchachas. Los más de dos mil dibujos y bocetos de bustos de mujeres jóvenes, con peinados y tocados distintos, se alternan con páginas dedicadas a otro tipo de dibujos, pensamientos y anotaciones de diversa índole.
 
cuaderno nº1 para Amarneciendo
 
Cajas de cerillas y otros soportes no convencionales

Tanto en su primera época como en la última, Miguel Ángel Andés alternó las tablas con otros soportes no convencionales: puertas de armario, maderas y otros objetos encontrados. Las cajas de cerillas son su obra más peculiar y original. A finales de los setenta la Fosforera Española emitió una serie de cajas con imágenes de cerámicas italianas, alemanas y orientales, figuras que él mismo adornó con sus habituales motivos prolongando su dibujo en la parte interior de la caja, la cual al abrirse mostraba un nuevo cuerpo “de gran belleza y curiosidad”, en palabras de un crítico de la época.


Cerillas para Amarneciendo

El laboratorio de poesía (sus casetes)

Los casetes y su magnetófono fueron el centro de su creatividad en sus últimos años. Amigos y familiares tuvimos la suerte de pasar algunos ratos con el artista en veladas llenas de conversaciones sobre temas artísticos y donde se alternaba la música y la lectura de poemas propios con otros de autores consagrados. Las cintas resultantes de aquellas veladas nos muestran al Miguel Ángel más maduro y tierno y conforman lo que él mismo llamó su Laboratorio de Poesía. La última de estas cintas, dedicada a su amigo Pepe Utrera, pianista en las conocidas Cuevas de Sésamo, la terminó de editar tan solo unos meses antes de morir.

Diario de poesía para Amarneciendo
22 junio 1993 para Amarneciendo



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miércoles, 6 de mayo de 2015

Amarneciendo (XXVI)


1972 para amarneciendo


XXVI

Los días se me suceden

rítmicamente
en humo.
A veces,
mirando de reojo desde tus costas
apareces todo tú
justificando tu nombre.

Poesía: Miguel Ángel Andés, Amarneciendo (1978)

Dibujo: Miguel Ángel Andés, cuaderno junio-julio 1972


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sábado, 2 de mayo de 2015

Amar amaneciendo


amarnecer para Amarneciendo


Amar amaneciendo
al alba
la aurora,
abismo y misma luz,
las calles vacías
los campos solitarios.
Inmensa la mar.




Fotografía y poema: Francisco Dueñas García



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