miércoles, 28 de enero de 2015

Amarneciendo (XXXVI)



muchachas para Amarneciendo


XXXVI

Caed, caed hasta soñar sin fuerzas.
Caed hasta alcanzar la eterna muchacha.
Cada cuerpo tiene su imposible.


Poesía: Miguel Ángel Andés, Amarneciendo 1978
Dibujo: Miguel Ángel Andés. 
Cuadernos varios, "Exposición muchachas" 18 enero 2014


Contacto: amarneciendo@gmail.com

jueves, 22 de enero de 2015

Amarneciendo (LI)



niños 1980 para Amarneciendo

LI

Se necesitarían inmesidades
para poblar la venida inveniente
de nuestra inmanecida. Permanecen
si son palabras, signo, sonido,
mármol de la sangre.
Se necesitarían niños nuevos,
palabras nuevas, miraje antiguo.
Quiero seguir, abránzandome
pensativamente la oquedad.


Poesía: Miguel Ángel Andés, Amarneciedo, 1978
Dibujo: Miguel Ángel Andés, serie "niños", 1980. Cedido por Guillermo para Amarneciendo.


Contacto: amarneciendo@gmail.com

martes, 20 de enero de 2015

Libro de familia


Familia Gordillo Andés
Familia Gordillo Andés (1955)

Semana tras semana vamos desgranando episodios y recuerdos de nuestro artista. Hay  mucha gente  que nos lee y nos dicen que les gustan estas historias. Quizás, este no sea un blog típico para la difusión del legado de un artista. Y es por esto que nos encantaría tener más interacción con nuestros lectores, que nos dijerais por dónde seguir; qué historia, de las comenzadas, queréis que continuemos; qué foto; qué entrada os ha gustado más y cuál menos. Hemos abierto muchos cauces de comunicación. Nuestro buzón de email de contacto sigue abierto, pero también podéis usar Facebook o el formulario que aparece en  www.amarneciendo.es, una web que también va creciendo poco a poco.

La semana pasada terminé mi entrada compartiendo una foto de mi madre, una de las hermanas mayores de Miguel Ángel. Ya contamos hace tiempo que mi tío fue el quinto de siete hermanos, hijos de Juan y Saturnina, mis abuelos, los únicos abuelos que conocí, ya que por parte de mi padre no tuve la oportunidad. Pero esta es otra historia. 

El caso es que la propuesta para hoy era "la infancia de Miguel",  y la cosa pintaba complicada. Estaba claro que tenía que buscarme ayuda. Y quién mejor que mi madre, y hermana del artista. He de decir que mi madre siempre me ha apoyado en este proyecto. Está claro que investigar, hablar, escribir..., sobre un hermano muerto es a su vez remover historias de familia, las cuales a veces también tocan en lo profundo de las personas. Sin embargo, y pesar de todo, mi madre es una persona bastante abierta y tenaz para su edad. La gente se sorprende cuando la ven en Facebook o la leen por el Whatssap. Realmente, es de admirar su capacidad y su ingenio, aunque lo mejor de ella es su afán por aprender y, en mi opinión, lo más sorprendente de ella es su capacidad de sorprenderme, valga la redundancia.

La verdad es que tenemos mucho material que inventariar, catalogar, leer, fotografiar, grabar, relacionar... La tarea se nos presenta larga, pero ya hemos contado que no tenemos prisa y que será en la web (y posiblemente también en un libro) donde terminaremos publicando los frutos de nuestra investigación. Por otro lado, de nuevo avisamos el domingo pasado que tenemos prevista una próxima exposición,  donde esperamos también compartir más historias inéditas.

A principios de semana, le pedí a mi madre que buscara alguna foto de Miguel en sus álbumes personales. A ella siempre le han gustado las fotos, pero solía decirme que no recordaba tener muchas imágenes de Miguel, algo que yo sabía, pues sus álbumes los conozco desde hace mucho ;-). Hoy me ha vuelto a sorprender con unas cuantas fotos y unos cuantos episodios de esos que nunca me había contado.

Resumiendo, porque esta historia da para largo, mi madre fue la que menos vivió en la casa familiar, puesto que se casó muy joven con mi padre, a los veintidós años. Por otro lado, ella era siete años mayor que Miguel Ángel y esto hizo que su relación con él no fuera tan intensa como la que tuvo con mis otros tíos, Fernando y Casildo, a los que sacaba menos años. Luego, vinieron dos niños más, Isabel y Carlos, y mi madre siempre cuenta que a ella y a su hermana mayor, mi tía Juanita, les tocó "cuidar" más de estos dos últimos que de los otros tres chicos más mayores. Me confiesa que sus recuerdos de Miguel de niño no son muchos, por todas estas circunstancias. A pesar de ello, recuerda que Miguel fue el más sensible de todos ellos, que sufrió de los ojos (esos ojos claros que, solo él, debió de heredar de alguna de mis bisabuelas); que Miguel era el que venía más asustado de aquel colegio de monjas de la calle Casino, al que parece ser fueron todos ellos; que desde pequeño fue el "más trasto" de todos los hermanos; y que, con todo, fue un niño como todos los niños de aquella época. En las fotos que me ha enseñado, se le ve con cinco, siete y nueve años, respectivamente. Yo no recordaba haberlas visto nunca, pero al contemplarle vestido de comunión me he acordado de aquella otra foto de soldado que ya hemos publicado en este blog. La foto que encabeza el post de hoy  ni siquiera pertenece al álbum de mi madre, sino que es la foto del conocido en España como "Libro de familia", del cual solo conserva esta foto del año 55 y otra de 1951.

Como veis, hemos abierto otra senda donde indagar y seguir contando historias de nuestro artista. Todos sus hermanos viven. Con Carlos, el menor de todos, he mantenido el contacto y nos hemos juntado de vez en cuando, pero al resto de mis tíos (Juanita, Fernando, Casildo e Isabel)  hace mucho tiempo que no les veo. Espero reunirme pronto con todos ellos con motivo de nuestra próxima exposición de la obra de Miguel Ángel Andés, y así poder seguir haciendo crecer su memoria.


Contacto: amarneciendo@gmail.com

miércoles, 14 de enero de 2015

Abismaluz (XXII)


caratabla 2 para amarneciendo


XXII

1970.- por toda la eternidad
          el imposible de imitarla
1974.- Vds. la vertical fingiendo



Poema: Miguel Ángel Andés, Abismaluz 1971 (primeras poesías)
Óleo: Miguel Ángel Andés


Contacto: amarneciendo@gmail.com

domingo, 11 de enero de 2015

Peces (II)


peces 1980 para Amarneciendo


Este post de hoy es la continuación de una preciosa entrada que firmó Rita allá por julio del año pasado. Y es que estos peces de Miguel Ángel me hacen reflexionar y traen a mi cabeza miles de pensamientos. Rita ya contó lo que significaron para nosotros: este equipo se empezó a gestar con un intercambio de peces. Para Rita, los peces han sido algo importante en su vida “por diferentes motivos”, como ella misma decía en ese post. Me consta que Rita pinta también unos peces maravillosos. Para mí, los peces también tienen un significado importante en mi vida, pues durante gran parte de mi juventud viví muy ligado al Cristianismo y a sus símbolos. Para los primeros cristianos el pez fue un símbolo secreto que les permitía reconocerse entre ellos en una época en la que eran perseguidos. Representaciones de peces parecidos a este de Miguel terminaron siendo símbolos de buena suerte. El caso es que no creo que para Miguel los peces significaran lo mismo  que para los cristianos, de ayer y de hoy, o para Rita o para mí. Además, es conocido que culturas ancestrales ya usaron los peces para simbolizar deidades y divinidades relacionadas con el poder, la fecundidad, la maternidad... Creo que para Miguel los peces estaban relacionados con el origen de la vida, y ahora explicaré por qué.

Ya hemos contado que casi toda la obra gráfica de Miguel podría clasificarse en series, series que el mismo bautizó: “muchachas”, “cósmicos”, “durante hembra”... En casi todos sus dibujos y cuadros aparecen constantemente los mismos motivos, que se repiten una y otra vez: senos, fetos, tejidos, células, espermatozoides... Creemos y sabemos, porque él mismo lo reconoció, que “la génesis de su pintura era la célula”. ¿Y estos peces? Pues sus peces son una representación más de eso, un símbolo de la maternidad, del origen de la vida, de preguntarse por qué estamos aquí, de dónde venimos, a dónde vamos... Parece como si Miguel hubiera estado siempre dando vueltas a lo mismo. Alguien nos contó una historia de un posible embarazo no deseado de una novia de su juventud. Posiblemente, ese trance le marcó para siempre. Porque esto de ser madre, o padre, es todavía un misterio. Mi abuela Saturnina  fue alguien muy importante en la vida de Miguel. Las madres siempre le marcan a uno, de alguna manera..., y de muchas.

Dando vueltas a todo esto, me estaba acordando de otro pez que Miguel Ángel me (nos) regaló el día de mi boda. Era un pez muy similar a este de hoy, pero hablaré más sobre él otro día. Realmente, yo creía que eran muy pocos los peces que conservábamos del artista, casi todos en un cuaderno de dibujo datado en el año1980 y con anotaciones de haber sido pintados en distintas cafeterías de Madrid. A veces pienso que sus dibujos en papel son bocetos de cuadros no pintados. Qué maravilloso habría sido ver estos peces pintados al óleo en lienzos o soportes más grandes llenos de color, de ese azul que tanto le gustaba. Y estaba yo con la cabeza en estos pensamientos cuando me acordé de esta foto.

Ministriles 98 para Amarneciendo

Aquí tenemos a una madre, mi madre (otra que me ha marcado, y mucho), delante de tres cuadros de Miguel en la exposición de Ministriles del año 98. ¿Y qué veo detrás de ella? Tres cuadros espectaculares. ¿Y qué es eso que hay en el cuadro de la derecha? Un pez, un enorme pez que con seguridad fue pintado allá por 1974 o 75, mucho antes de estos peces sobre papel. Un pez con cabeza en forma de seno, un pez-madre. Aquí lo dejo por hoy, no sin antes traer una última reflexión y un anuncio. 

Confieso que desconozco el paradero actual de esos tres cuadros..., y de otros muchos que Miguel Ángel pintó a lo largo de su vida. Rita me dice a menudo que no piense en ello, que lo importante es continuar esta nuestra labor de difundir y disfrutar de este proyecto. Y, al hilo de esto, os anunciamos que estamos preparando una nueva exposición de la obra gráfica de Miguel Ángel Andés. Seguiremos informando. :-)



Dibujo: Miguel Ángel Andés, bloc de dibujo 1980, serie peces
Fotografía: Álbum personal de Luis.



Contacto: amarneciendo@gmail.com

miércoles, 7 de enero de 2015

Olandés (XII)



Andés 74 para Amarneciendo

XII

permanente de ojo te poseo
viviendo fondo de nuestro pulso
abismaluz perpetuo
donde la vida sin nadie



Poesía: Miguel Ángel Andés (Olandés 1976-77)
Dibujo: Miguel Ángel Andés,  1974, cedido por Guillermo Álvarez para Amarneciendo


Contacto: amarneciendo@gmail.com

domingo, 4 de enero de 2015

Retrato de un artista


buhardilla 72
Buhardilla 72


Después del huracán de emociones del final de 2014, con nuestro aniversario y, sobre todo, con la publicación del poemario de Rita, queremos volver a la normalidad de este blog. La idea es seguir publicando un par de entradas a la semana: en fin de semana, una foto acompañada de un texto y, entre semana, un poema de Miguel acompañado de una de sus obras gráficas; aunque bien es verdad que ha habido (y habrá) excepciones a este criterio.

La foto de hoy pertenece también al álbum personal del artista, y con ella quería hablar de eso mismo, de eso que la gente nombra como “la llamada del arte”. Cuando vi esta foto por primera vez me sorprendió ver a mi tío con una guitarra, era un faceta que no conocía de él. La verdad es que no sabemos (todavía) si sabía o no tocar ese instrumento, pero lo que sí sabemos es que cultivó varias facetas artísticas y que todo el mundo que le conoció coincide en que Miguel Ángel fue de esas personas que fue “llamada” por el Arte desde su más tierna infancia. A mí nunca deja de sorprenderme este asunto. Me sigue alucinando ver cómo, por ejemplo, Maite, mi mujer, es capaz de agarrar una guitarra, o una flauta, y tocar cualquier canción o melodía en cuestión de segundos. Está claro que hay algo en la genética de algunas personas que les da ese don, esa sensibilidad, la cual muchos (la mayoría) no tenemos. Miguel fue uno de esos artistas que nacen y que, luego, tuvieron que luchar por hacerse a sí mismos. Ya hemos contado que a mi abuelo Juan no le gustaba mucho esa faceta de su quinto hijo y cómo fue que mi abuela Saturnina tuvo que defenderle a menudo, pues ella siempre tuvo la conciencia de que su hijo Miguel Ángel era un artista..., y nada más y nada menos que un “artista”. Y es que en España, pero también en otros muchos sitios del mundo (me acuerdo ahora de Joyce y de su “Retrato”), los artistas han sido personas que se han visto casi siempre abocadas a vivir en contra de los convencionalismos. 

Revisando su álbum personal compruebo que son muchas más las fotos en las que Miguel se muestra con una guitarra, incluso con otras personas; pero la sensación que me transmiten esas fotos no es la de estar plasmando sesiones acústicas, sino más bien parecen momentos de una clase, donde las personas que aparecen estuvieran tomando lecciones de guitarra. La verdad es que esta foto me recuerda muchísimo a un buen amigo de mi propia juventud, al que hace muchos años que no veo pues volvió a su tierra al otro lado del Atlántico. Mi estimado Ariel tocaba y cantaba de maravilla, y su melena negra, como la de Miguel, también le tapaba en parte la cara. Me consta la atracción que la figura de Ariel a la guitarra provocaba entre nuestras amigas (y amigos) de los 80 en nuestro pequeño entorno de Vallecas, cantando a Silvio Rodríguez, a Pablo Milanés, a Víctor Jara... Puedo imaginarme vibraciones muy similares alrededor de esta figura de mi tío a la guitarra.

La foto de hoy lleva anotado por detrás: “Buhardilla 72”. Sabemos que Miguel tuvo varios estudios, pero nos sorprende que la fecha de esta anotación no concuerde con otras en sus cuadros y dibujos. Suponemos que la “buhardilla” es aquella de la calle Real 8, su primer domicilio después de abandonar la casa familiar de la calle Caravaca. Hemos publicado más fotos, poemas y dibujos de esta época (incluso otra de Miguel a la guitarra); y tenemos claro que este año fue un momento clave en su vida, un año en el que encontramos muchos más vestigios del origen de su verdadero ser como artista. Es sorprendente verle dibujando, actuando, escribiendo, recitando, tocando la guitarra... ¡Y se le ve feliz! Muy feliz. ¡Qué contraste con esta otra foto!




Contacto: amarneciendo@gmail.com