Este
proyecto se hace cada día más apasionante. Las piezas del
puzzle siguen encajando. Sabemos que nos queda muchísimo por descubrir
sobre la vida y la obra de Miguel Ángel Andés. Sin prisa, pero sin
pausa, continuamos en la tarea de difundir su legado. Desde que creamos
este blog, hemos ido desempolvando sus poemas, sus dibujos, sus
cuadros... Hemos ido conociendo distintas facetas de su obra, episodios
de su vida... Hemos contactado con algunas de sus amistades, por email,
por teléfono y también en encuentros personales inolvidables.
Verdaderamente, es un disfrute comprobar el gran número de personas que
querían y admiraban a Miguel. Una semana sí y otra también, van
apareciendo nuevos datos, nuevas relaciones, nuevas historias; y digo
"nuevas" porque para Rita y para mí lo son. En realidad, se debería
decir que estamos hablando de "antiguas" amistades y de "viejas"
historias de Miguel, las cuales estoy convencido de que nunca habrían
salido a la luz si no hubiera sido, sobre todo, por el enorme entusiasmo
de Rita, la "number one" del (todavía por formalizar) club de
admiradores de Miguel Ángel Andés.
Encabezamos
el post de hoy con una foto de una página del álbum personal del
artista. Ya hemos hablado de este álbum, del cual proceden la mayoría de
las imágenes de su persona que hemos ido publicando. Es un álbum muy de
la época en su apariencia externa, aunque me atrevería a afirmar que en
su contenido es un álbum muy adelantado a su tiempo. Cuando de vez en cuando abro
sus páginas (a pesar de tenerlo también digitalizado, pues la sensación
es completamente distinta), siempre tengo la sensación de estar leyendo
su biografía, y siempre encuentro alguna foto que me sorprende como si
fuera la primera vez que la viera. Este es el caso que me ha ocurrido
con algunas de las fotos que aparecen en este enlace. Son diecinueve de
las veintitrés fotos que ocupan cinco de las páginas del álbum en las
que creemos que Miguel hace memoria de una (o varias, no sabemos) velada
en casa de las hermanas Ortego, de las cuales ya hablamos en un post pasado. Como veis, al pie de la primera página el artista pegó una
pequeña etiqueta, "chez Esther Ortego 1971" (en casa de Esther Ortego,
1971). En el reverso de algunas (no en todas) de estas fotos aparece
reseñado también el mes de aquel año, mayo en unas
y junio en otras. Miguel contaba entonces con veintidós años y su imagen es,
en palabras de Rita, la de un bello y atractivo joven, que seguramente
debió de tener mucho éxito entre las mujeres, algo que avala nuestro amigo Guillermo Álvarez. Este nos ha contado que muchas de las fotos del
álbum de Miguel son obra suya y de Juan Castillo, con el cual todavía
no hemos contactado. La calidad de las fotos no es muy buena, no tanto por la época como porque creemos que muchas de las fotos del álbum de Miguel son copias de otras originales. Gracias a Guillermo hemos sabido también que en
aquellos años la casa de las hermanas Ortego, en la conocida calle Argüelles de Madrid, era lugar habitual de reunión y de tertulia de un numeroso
grupo de artistas y amigos, que solían pasar también juntos los veranos en
Moaña (Galicia). En estas fotos aparecen, principalmente, Miguel y
Carmina Ortego. Del resto de personajes, solo identificamos a dos personas: Esther Ortego, de
la que ya informamos de su reciente muerte y de la que seguiremos
hablando en este blog, y una persona, hoy en día muy famosa, la cual aparece en las cuatro fotos que hemos descartado
publicar hoy y que también dijimos que será tema de un
futuro post, razón de esta omisión.Contacto: amarneciendo@gmail.com
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