Carmina Lorente y el mejor cuadro de Miki |
La semana pasada estuvimos unos cuantos amigos de Miguel de visita en casa de Pepe Casal, otro gran amigo del cual ya hemos hablado en este blog. Fue un rato corto pero intenso. La Asociación Oceánida sigue su curso y este encuentro fue un paso más en el camino que nos hemos trazado, un camino cuyo fin principal es sacar del olvido y a la luz el arte olvidado de muchos artistas. Por cierto, aprovecho para informar de que ya tenemos dominio y un principio de web: www.oceanida.es
El caso es que Xosé Azar, el otro nombre de Pepe, y Carmina Lorente, su mujer, nos agasajaron con su enorme ternura y sus maravillosos recuerdos. Ya aquí arriba habéis podido ver a Carmina sujetando el que ella dice que es mejor cuadro de nuestro artista. Resalto esto porque allá por el año 98, cuando nos conocimos, creo recordar que usó las mismas palabras: "Luis, tengo en mi casa el mejor cuadro de Miki". Y en verdad que lo es, porque no hay mejor cosa en el arte que la connotación. Quiero decir que ella no es la única que considera poseer el mejor cuadro de Miguel Ángel Andés, sino que son varias las personas amigas que me han dicho lo mismo..., y no puedo encontrar más placer sabiendo que hay tanta gente que piensa lo mismo. Ya lo he dicho en alguna ocasión, y Rita lo puede confirmar: si este proyecto tiene alguna vez un final, será el día en que todos los cuadros y dibujos de Miguel, aquellos que todavía conserva la familia como herencia común, cuelguen de las paredes de las casas de gente que le admiraba cuando vivía, o que empezó a admirarle después. No creo que lleguemos nunca a crear una fundación con el legado de Miguel, pero ¿qué mejor fundación hay que esa que se sostiene sobre los hogares de tus amigos y admiradores?
El sábado pasado cuando nos despedíamos, Pepe me dijo que, siempre que me ha visto, percibe el espíritu de Miguel en algún lugar impreciso de mi persona; quizás mi mirada o mis andares o gestos, dijo. La genética es así de traicionera, sé que comparto algunos genes con mi tío. Sin embargo, por encima de eso, siempre he pensado que lo que más me une a él es su propia historia, su vida misma. Nunca dejo de estar impresionado por su figura bohemia y trasnochada, metida siempre en su mundo poético y pictórico, tan lejos y tan cerca de la realidad. Ese afán suyo por no trascender, por vivir su vida sin importarle nada de lo que pensasen los demás me sigue alucinando. En otra ocasión que nos juntamos hace unos pocos años, Pepe ya me adelantó algo de su propia interpretación de la vida y obra de Miguel. Sé que no coincide mucho con mi visión, pero también sé que tiene mucho más que contarme y, aunque ahora anda más concentrado en indagar en la obra de Esther Ortego, ya hemos quedado los tres en encontrar un hueco dentro de poco para hablar tranquilamente sobre Miki, aquel Miki que pintaba esas cabezas tan especiales, cabezas de seres cósmicos sobre fondos epiteliales. Tendréis noticias de ese próximo encuentro. ;-)
Termino este post con otra foto de la velada del otro día. La imagen de Guillermo y Pepe charlando con los ojos clavados en el móvil del primero me resulta de lo más sugerente. Y es que ahora podemos llevar todo el catálogo de un artista en el bolsillo. Internet y las tecnologías nos han llevado a nuevas formas de admirar el Arte. ¿A que están genial?
Dos mastabas disfrutando del arte |
Contacto: amarneciendo@gmail.com
El mejor cuadro de Miki, el que cada uno ama.
ResponderEliminarDejar constancia del momento, del encuentro, con ternura y con un futro perfecto como horizonte nunca alcanzado, nos permite seguir hilando, tejiendo encuentros, exposiciones, palabras como las de este blog...
Gracias
Gracias a ti, querida Cruz, por tus poéticas palabras. El encuentro fue un lujazo, y compartirlo contigo, más.
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