Lo mejor de este proyecto es descubrir.
La foto de la entrada de hoy pertenece también al álbum personal de
Miguel, de una de sus últimas páginas. En ella aparece junto a Justo Sotelo y Pepe
Utrera. Estas dos personas están relacionadas
también con uno de los lugares que Miguel más frecuentaba, las
famosas Cuevas de Sésamo en la calle del Príncipe de Madrid. En sus
cuadernos también aparecen anotaciones de sus andanzas por aquel
local subterráneo y emblemático de Madrid, donde se reunía
una tertulia literaria todos los lunes y miércoles, un grupo
variopinto en el que Miguel también participaba leyendo poemas. Las
Cuevas de Sésamo sigue siendo muy conocido, fundamentalmente por su
decoración, donde las citas célebres que adornan sus paredes, los
libros y el piano creaban un ambiente del cual yo mismo disfruté en
algunas ocasiones en mi juventud, allá por los 80. Realmente, Sésamo
era un bar singular, donde gente de todo tipo buscaba un tranquilo
rincón donde tomar una sangría y poder charlar sin las estridencias
de otros locales de la época en los que la música pregrabada
atronaba los oídos.
Pepe Utrera murió poco tiempo antes
que Miguel. Sabemos que fue músico y, aunque no era el pianista
oficial de Sésamo, sí que solía tocar a menudo aquel piano, lo que
hizo que su fama trascendiera de las paredes de aquel local. Su amistad
con Miguel debió de ser muy intensa y dedicaremos más adelante una
entrada a este personaje con algunos poemas inéditos que Miguel
escribió tras su muerte y que reunió en uno de esos casetes de los
que ya hemos hablado y que él mismo bautizó como productos de su
“laboratorio de poesía”.
El otro personaje es el que justifica
el título y la primera frase de este post y del que hoy solo quiero
dar unas pinceladas, Justo Sotelo, profesor de universidad y
escritor. Conocí a Justo en los días posteriores a la muerte de mi
tío y no había vuelto a verle desde entonces. Al principio de
nuestro proyecto, Rita y yo creamos un listado de las personas que
pensamos que habían tenido alguna relación con Miguel. La idea era
buscar información e intentar contactar con ellas. Cuán grande fue
nuestra sorpresa cuando Rita descubrió que Justo Sotelo había
publicado una novela en 2012, titulada “Las mentiras
inexactas”, una novela donde Miguel Ángel Andés es uno de los
protagonistas (un arquetipo, en palabras de Justo) y cuya acción
transcurre en su mayor parte por el barrio de Las Letras de Madrid,
donde se encuentran las Cuevas de Sésamo.
El caso es que me reuní el otro día
con Justo y fue una delicia charlar de nuevo con alguien que conoció
a Miguel y confirmar que nuestro artista, a pesar de estar viviendo
sus últimos años, era una persona que tenía muchos amigos, amigos
que admiraban su obra y su sabiduría poética, gente que le
apreciaba tal como era. Hablamos de la vida, de su novela, de
Literatura... Me contó muchas cosas de Miguel, pero para no alargar
este post solo voy a intentar resumir la anécdota de su primer
encuentro.
Justo frecuentaba Sésamo desde hacía
años. Un día, debió de ser de 1989 o 1990, apareció Miguel por
allí y se dirigió a él así: ¿Tú eres “complutense”?
Justo afirma que nunca olvidará ese saludo, el saludo de alguien
cuya universidad fue otra muy distinta a esas en las que algunos
afortunados hemos podido estudiar..., y conseguir títulos. Según mi
madre, Miguel abandonó sus estudios, a pesar de ser el más
brillante de todos sus hermanos, que antepuso su vocación de artista
a cualquier otro intento de “poner los pies en el suelo”,
expresión utilizada también por Justo. Miguel, desde muy joven y
hasta su último día, decidió que su mundo sería el del arte, el
Cine, el Teatro, la Pintura, la Literatura... Justo me contó que en
aquellas tertulias, no había poeta, español o extranjero, del que
Miguel no supiera algo.
Esta foto contiene muchas más
historias y Justo se ha ofrecido a seguir colaborando con este
proyecto. La imagen que guarda de Miguel y de Pepe es la de “los
dos últimos bohemios” del Madrid de Valle Inclán. Su novela, a
pesar del título y de situar a Miguel en una época que no vivió,
cuenta, según él, muchas “verdades” de nuestro protagonista.
To be continued...
Fotografía: Álbum personal
To be continued...
Fotografía: Álbum personal
Contacto: amarneciendo@gmail.com
Que interesante, la arqueología personal de Andes esta siendo un descubrimiento continuo, sugerencia vayan recopilando todo esto para un posible libro o ensayo. besos e+a=2.
ResponderEliminarLe he conocido muy bien, lo que me llevó a admirarle profundamente,de manos de un ser que le amó y le admiró con pasión : su hermano.
ResponderEliminarHola Silvita, gracias por tu comentario. Nos gustaría ponernos en contacto contigo.
EliminarAquí te dejo nuestro correo: amarneciendo@gmail.com.
Muchas gracias.
Me suena que esa foto se la hice yo.... O una muy similar !qué recuerdos!
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